10/06/2009 - 13:02h

Escocia quiere alcanzar el 40% de cobertura de demanda de electricidad mediante renovables en 2020

Los escoceses no quieren sólo la independencia de Gran Bretaña; además, quieren también ser independientes del petróleo y del gas.

En Fall of Warness, un campo de pruebas para la energía mareomotriz junto a la isla Orkney en Escocia, bajo el radiante cielo azul, una de las turbinas, de seis metros de diámetro y montada sobre una estructura de acero, puede ser introducida en el mar para producir electricidad. Desde mayo de 2008, El Centro Abierto de Turbinas, ha estado produciendo electricidad moviendo agua e inyectando la electricidad producida en la red eléctrica. Esta instalación produce suficiente energía para 150 viviendas. En septiembre, otra turbina fue colocada en el mar para hacer una prueba de campo.


Tranquilas, predecibles y discretas: así son las turbinas que producen electricidad en el mar, al contrario que los parques eólicos, que ahora mismo son objeto de profundo debate en esta zona. Como en Alemania, a los habitantes de esta zona les preocupa que se estropee el paisaje debido a los molinos. Otra ventaja añadida que menciona Mike Rymaruk, de la consultora Sottish Development International es que no dependes de cómo y dónde sople el viento, pues las mareas son regulares.

Edwina Cook, del departamento de Desarrollo de Negocio del  Centro para la Energía Marina Europea, -la primera empresa independiente para la investigación de la energía marina-, ya habla de 'vieja energía' cuando hace referencia a la eólica marina.  Esto no es una sorpresa. Después de todo, aquí se ofrece a los fabricantes probar in situ la fiabilidad de sus dispositivos, tanto para la energía mareomotriz como para la undimotriz. Cook no tiene ninguna duda de que el norte de Escocia juega un rol decisivo en el desarrollo de esta energía. Las islas Orkney forman un archipiélago de 100 pequeñas islas cuyo volumen de mareas le ha hecho merecer el apodo de "la Arabia Saudí de la energía marítima".

Los escoceses comenzaron a sacar petróleo de sus mares a principios de los años 70, pero hasta hace poco el foco había estado exclusivamente situado en el gas y el petróleo. Desde los 70, la industria petrolera, con más de 2.000 empresas y 150.000 trabajadores, ha traído la prosperidad a la región. Aberdeen, el centro escocés para esta industria, se ha aprovechado del boom. Pero el petróleo del mar del norte se acabará pronto, con una producción que decrece un 6% anualmente, según Tom Lamb, director de Energy & Engineering en el SDI.

Las opiniones difieren cuando se trata de estimar cuánto durarán las reservas de petróleo. En los años 70, la gente asumía que el petróleo podría acabarse para el año 2000. Sin embargo, las empresas han estado utilizando nueva tecnología de bombeo que incrementa significativamente la cantidad de petróleo extraída. En algunos lugares puede extraerse hasta un 70% de petróleo cuando el porcentaje usual es de un 35%. La fiebre mundial por el oro negro han convertido en rentables de nuevo los pequeños depósitos del mar del Norte. Ahora mismo, los geólogos presumen que la extracción de crudo puede durar hasta 2020. Pero ¿qué vendrá después del petróleo?

Los escoceses tienen varias respuestas a  eso, y algunos objetivos ambiciosos: en 2011, el país quiere cubrir el 31% de su eelectricidad mediante renovables. Y el 50% en 2020. Ahora mismo, las renovables producen aproximadamente el 20% de la electricidad escocesa.

En lo que a energía mareomotriz se refiere, los escoceses poseen el 25% del potencial europeo, y el 10% del potencial de energía undimotriz. Según la Asociación de la Industria Escocesa de Energías Renovables, ésto se correspondería con unos 20 GW de potencia, mediante los cuales se podrían producir 80 TWh de electricidad, un quinto del total del consumo británico de electricidad. "Sólo mediante energía undimotriz ya se podría proporcionar una cantidad de electricidad comparable a la que produce la enegía eólica, de la cual la gente se está quejando tanto ahora mismo", dice Cook.

Pero esta nueva energía renovable podría tener que trabajar duro para incluso aproximarse a la actual capacidad de eólica instalada. Después de todo, 43 parques eólicos terrestres con una capacidad de más de 1,4 GW está produciendo energía ahora mismo en Escocia. Y la autoridad británica, ya ha concedido licencias para 10 parques eólicos marinos con más de 6 GW de capacidad en las aguas escocesas.

Barry Johnston, que ha fundado una ingeniería llamada Scotrenewables en las Orkneys, está desarrollando su propio tipo de turbina, que parece que tiene poco en común con el sistema de OpenHydro. Es un modelo amarillo consistente en un tubo de aproximadamente un metro de longitud, y dos rotores montados sobre él. Se ancla al lecho marino, y flota libremente sobre el agua.  los rotores estarán bajo la superficie del agua, utlizando la energía de las corrientes. Los rotores pueden ser sacados para su mantenimiento. "La estrucutra de la turbina es muy simple", confiesa Johnston, aunque su diseño ha sido muy complicado dado que el modelo tiene que lidiar tanto con las olas como con la corriente. Johnston y su equipo espera estar trabajando en el modelo hidrodinámico hasta septiembre. Una vez se haya finalizado el test, se creará un prototipo a escala real de 1,2 MW, que será probado en el EMEC. La visión de Johston es desarrollar un sistema de 2 MW que pueda conectarse y desconectarse en menos de una hora. "Es un reto", dice el director," pero de momento estamos dentro de plazo". El ingeniero Johston asume que el coste de este nuevo tipo de turbina  puede ser comparable al de los molinos eólicos marinos.

Los colegas de Johnston del Pelamis Wave Power (PWP), también una empresa escocesa, fue fundada en 1998 bajo el nombre de Ocean Power Delivery - y ha llevado esta tecnología unos pasos más allá.  PWP ha desarrollado el mejor convertidor que existe de energía undimotriz: la 'serpiente' Pelamis, un sistema compuesto por varios cilindros. Desde 2008, tres de estos convertidores se han colocado en operación en la primera planta flotante de producción de electricidad marítima en la costa portuguesa.

La oficina central de la empresa está en Edinburgh, donde se ensamblan los sistemas. Max Carcas, director de Desarrollo de Negocio, nos saluda alegramente en la capital escocesa. Carcas tiene razones para estar contento: E.ON UK ha decidido introducirse en esta tecnología, comprando un convertidor de la nueva generación y probándolo en el EMEC.

"Parecería que estas máquinas no hacen nada", dice Carcas, "pero las apariencias engañan". Dentro de los módulos hay tecnología electro-hidráulica muy refinada, trabajando y convirtiendo el movimiento en energía. Carcas asegura también que este sistema funciona mejor en el agua profunda, donde hay más espacio y mayor densidad de energía, así como un impacto medioambiental menor.

Desarrollar tecnologías de este tipo más allá de la fase de prototipo fue una larga carretera, y todavía queda un largo camino por hacer. Científicos de Ediburgo han estado investigando en el océano desde los años 70, según Ian Bryden, profesor de Energías renovables en la Universidad de Edinburgo. El primer tanque fue instalado en la Universidad de Edinburgo en 1976. Las simulaciones no pudieron ser modeladas en un pc hasta 30 ños más tarde. En 2003, el viejo tanque fue reemplazado por uno nuevo con una forma curvada. El nuevo tanque permite a los invstigadores simular el movimiento de las olas de forma más realista. Unas pocas palabras escritas sobre el teclado del pc pone unos pequeños pedales que hay dentro del tanque en movimiento, generando unos movimientos de agua muy precisos. Pronto se añadirá un tanque circular, donde los invstigadores pueden combinar el efecto de las mareas y del movimiento de las olas para averiguar cómo éstos afectan a los sistemas que se están investigando. Brydenn explica que "la gente normalmente se piensa que la energía mareomotriz funciona de forma similar a la eólica, pero eso es incorrecto". El agua es, al fín y al cabo, un estado diferente de la materia. Ahora mismo sabemos qué diseño debe tener un molino eólico para ser eficiente en alta mar, pero no existe un diseño estándard tan claro para los dispositivos  mareomotrices.

Las empresas que producen las estructuras para las plataformas petroleras, también lo hacen para los molinos marinos.Aparte de la cuestión de qué tipo de concepto es el mejor para la generación de electricidad, también es muy importante decidir cómo instalar estos dispositivos en el mar. Casi todas las explotaciones de energía dentro del mar pueden utilizar el mismo soporte.
 
Esta misma ventaja también plantea un problema logístico, dado que no suele haber suficientes barcos para transportar este tipo de estructuras, que suelen tener dimensiones considerables. Al contrario que las empresas de renovables, las petroleras suelen disponer de contratos de larga duración para asegurarse la cobertura de sus necesidades. Y además, pueden ofrecer más dinero. Los representantes de las empresas eólica y marina se preocupan sobre cómo instalar el equipo en el futuro "La primera prioridad dentro de nuestra lista de deseos, es la de disponer de nuestro propio barco", confiesa Edwina Cook.

Una de las formas de afrontar este problema es hacer construir un barco propio, como hizo OpenHydro. La empresa irlandesa construyó un barco con esta finalidad. El motivo no fue sólo la escasez de estos barcos, sino también que porque no había barcos capaces de ayudar a construir sus sistemas mareomotrices.

El Reino Unido quiere expander su uso de renovables hasta alcanzar el 20% en 2020. Escocia pretende doblar eso y alcanzar el 40%.

Fuente: Sun & Wind Energy


 

 
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