Su aplicación será la carrera espacial, y parece una energía inocua y renovable.
La radiación solar crea un campo magnético por el cual pasa el hidrógeno, lo cual provoca una corriente de plasma que mueve la nave.
Una de las científicas participantes en el proyecto, Christine Carles, ha manifestado que 'no necesita partes móviles, ni electrodos, y se basa en un fenómeno físico'.
Ha sido desarrollada por científicos australianos, y la Agencia Europea del Espacio experimentará con ella próximamente, lo cual augura una estrecha colaboración entre esta institución y las universidades australianas.