Los Veintisiete se comprometieron en marzo de 2007 a aumentar hasta el 10% el uso de biocarburantes en el transporte en 2020, pero desde entonces se han multiplicado las voces que critican que esta política está contribuyendo al aumento de los precios de los alimentos y a la destrucción de ecosistemas valiosos.
La norma que vamos a adoptar incluirá criterios medioambientales muy estrictos que deben cumplirse para que los biocarburantes puedan usarse en el mercado europeo", señaló este lunes el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Ferran Tarradellas. Entre los criterios citó que no se podrá dañar los bosques para la producción de este tipo de combustibles. El resto de requisitos se conocerán el próximo 23 de enero, cuando la Comisión presentará sus propuestas legislativas sobre energías renovables.
"Hemos visto que los problemas medioambientales causados por los biocarburantes y también los problemas sociales son más grandes de lo que pensábamos, así que tenemos que avanzar con mucho cuidado", dijo este lunes el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, en una entrevista con la BBC.
"Debemos tener criterios de sostenibilidad, que incluyan los problemas sociales y medioambientales, porque hay algunos beneficios en el uso de biocarburantes", resaltó. Aseguró que la UE introducirá un sistema de certificados para este tipo de combustibles y prometió medidas drásticas para el biodiesel de aceite de palma, que está provocando problemas medioambientales en Indonesia.
A su juicio, es vital que la normativa comunitaria evite la pérdida de biodiversidad, que describió como el otro gran problema al que se enfrenta el planeta, al lado del cambio climático.