Baltasar, que en plena campaña electoral aseguró que no había previsto ningún trasvase -como sí apuntó CiU-, explicó ayer, al anunciar lo que él denominó "aportación de agua", que no puede hablarse de trasvase porque esta medida es puntual, tiene una fecha de inicio y un fin, 2009.
Se trataría de intentar que ningún embalse quedara por debajo del 15% porque eso implicaría riesgos de abastecimiento, y es en este contexto, pensando en el otoño y el invierno en el que el Gobierno se ha planteado y ha trabajado la posibilidad de hacer una aportación temporal a partir del otoño, si no lloviera nada.
Sería una aportación de agua desde el Segre al Llobregat por la galería de servicios del Túnel del Cadí. Baltasar insistió en que esta medida sólo se realizará con unas condiciones para que no se creen problemas en el río Segre.
"Estos condicionantes son que la extracción máxima que se produciría sería de 1,5 metros cúbicos por segundo y se produciría sólo si el río en esos momentos llevara más de tres metros cúbicos por segundo", aseveró.
En rueda de prensa en Lleida tras reunirse con instituciones de la provincia, explicó que, al ser agua que todavía depende de la Confederación Hidrográfica del Ebro, será preciso un decreto del Estado que tiene que aprobar el Congreso. Según explicó, el actual Gobierno ya lo conoce. "Hemos de activar al máximo todas las medidas para hacer posible el abastecimiento, sobre todo en un contexto de sequía".
"En estos momentos se han puesto en marcha pozos con los que se han recuperado antiguas captaciones, se han buscado aportaciones nuevas con barcos que transportarán agua desde otros lugares del Mediterráneo y la contención de la demanda, además de ahorro a través de la depuración", explicó Baltasar. Según los datos barajados por diversas fuentes, sólo la operación de transporte con barco le costará a la Agpencia Catalana de l'Aigua 1 millón de euros diario.
Baltasar cifró el ahorro de agua en Catalunya en un 4% desde principios del año pasado. "Hoy podemos decir que, con todas las medidas que ya se han tomado, pasaremos todo el verano sin que tengan que producirse cortes. Pero estamos pensando en el verano y es obligación del Gobierno de Catalunya pensar en el otoño y en el invierno", insistió Baltasar.
El conseller cifró el coste de esa aportación en entre 18 y 20 millones de euros. Según sus datos, la medida no afectaría a los regantes, ya que entraría en funcionamiento en otoño y su puesta en marcha implicaría la creación de una comisión de seguimiento.