Eso es la mitad de lo que reclaman los alcaldes y regantes de la zona, que denuncian el incumplimiento sistemático del caudal ecológico del río. Este fin de semana, en la desembocadura, el Ter llevaba sólo 0,9 metros cúbicos por segundo.
El consejero de Medio Ambiente ha defendido la voluntad del Govern de respetar el caudal del Ter y priorizar las necesidades del área por donde pasa el río antes que cualquier nuevo trasvase hacia la región de Barcelona. "Para decidir qué parte del Ter puede ir fuera de este río, lo que debemos hacer es un recuento de cuáles son las necesidades del caudal ecológico, las agrícolas y las urbanas", ha explicado Baltasar. A partir de aquí, ha añadido, "se puede saber si hay un excedente" para traerlo hasta el Llobregat.
En unas jornadas sobre los recursos hídricos, el titular de Medio Ambiente ha destacado que eso "no se había hecho hasta ahora" y que "el primer gobierno que lo ha hecho y que se ha planteado retornar agua al Ter somos nosotros".
Para conseguir que el Ter tenga un caudal más sostenible, la Generalitat ha marcado en el calendario dos fechas de importancia. De entrada, el próximo año se pondrá en marcha la desalinizadora del Prat de Llobregat. Por otro lado, el 2012 tiene que entrar en funcionamiento la ampliación de la desalinizadora de Blanes. Además, el Govern cuenta con el agua que aportarán los casi 200 pozos que se han recuperado en toda Catalunya, los acuíferos y la regeneración de agua.