MTorres Diseños Industriales, empresa navarra, construirá durante este año una innovativa desalinizadora eólica frente a las costas de Murcia. Los costes de desalación de agua mediante este procedimiento pueden reducirse un 30%, produciendo contaminación nula y usando únicamente energía renovable para su alimentación.
Este proyecto cofinanciado por la Administración Central es innovador por muchos motivos; uno de ellos es que el movimiento de las aspas no se usa directamente para generar electricidad, sino para aprovecharlo mecánicamente transformándolo directamente en movimiento hidráulico. Los ingenieros de la empresa consideran que esta transformación directa, sin pasar por una etapa de producción de electricidad, es mucho más eficiente, aunque la polivalencia de este ingenio es sorprendente; este movimiento hidráulico podría ser aprovechado para poner en funcionamiento una turbina generadora de electricidad. El adquisidor de la planta decidirá su uso final.
Una de las características de la desalación mediante ósmosis inversa, el procedimiento que se usará en esta desaladora, es que es necesaria una alta presión constante para que se desarrollo el proceso, lo que choca de frente con las carácterísticas de la energía eólica que, debido al carácter discontínuo de la fuerza del viento, podría resultar problemático; para resolver este tipo de incidencia, la desaladora está estructurada de forma que se pueden registrar varios procesos de ósmosis simultáneos y paralelos, en función de la velocidad del viento.
La planta es aerodinámica y flotante, con lo cual puede ser fácilmente transladada allí donde la calidad del agua es la más óptima para realizar el proceso, o allí donde la necesidad de desalinización es más urgente. Para conseguir esta gran ventaja, ha sido necesario realizar un complejo estudio de I+D para conseguir integrar el aerogenerador en este tipo de estructura.
La misma Ministra de Medio Ambiente ha calificado este proyecto de 'revolucionario a nivel mundial', debido a su alta eficiencia energética y nula contaminación. De hecho varios países de la cuenca del Mediterráneo se han interesado ya por su implantación.
Cada desalinizadora puede producir 2.5 hectómetros cubícos anuales de agua potable, suficiente para abastercer durante ese tiempo a una ciudad de 30.000 habitantes.