22/04/2009 - 09:00h

El funcionamiento de una planta desalinizadora V: remineralización

Con el fin de cumplir con la actual normativa de calidad de las aguas de abastecimiento se utiliza un sistema para la remineralización del agua a base de carbonato cálcico amorfo, también llamado calcita. Los lechos de calcita permiten aumentar la alcalinidad y la dureza del agua desalada y reducir su corrosividad hasta alcanzar los niveles exigidos por la normativa.

 

El sistema de remineralización consiste en dos depósitos de hormigón armado. Cada uno dispone de dos celdas separadas por un canal y cada celda tiene un falso fondo sobre el que se anclan las losas con las crepinas. El agua osmotizada entra en un canal y se reparte en cada celda, atravesando por gravedad el lecho de calcita y manteniéndose un tiempo de contacto de ocho minutos.

 

Estos depósitos permiten el flujo descendente de agua desalada a través de un lecho de carbonato cálcico triturado y mantienen a su vez una dosificación en continuo del lecho.

 

El post-tratamiento se completa con una dosificación en continuo de CO2 para ajuste automático del pH, en la tubería de entrada a los remineralizadores. El CO3 disuelto en el agua desalada, reacciona con el carbonato cálcico del lecho formando bicarbonato cálcico soluble.

 

Una vez atravesado el lecho, el agua ya remineralizada entra en una zona de remanso y abandona el depósito enviándose directamente a los depósitos de agua de abastecimiento.

 

El sistema descrito cuenta con la valvulería adecuada para corregir los caudales de agua, así como para realizar la toma de muestras antes y después del tratamiento. Además, cuenta con dos bombas de lavado, y dos soplantes  para realizar ciclos de limpieza de los remineralizadores.

 

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