Aragón requerirá también a la Generalitat catalana que reconozca formalmente que las circunstancias excepcionales que justificaban la obra han desaparecido, y que el Gobierno catalán se abstenga de realizar "cualesquiera actuaciones amparadas en el citado real decreto al no existir cobertura legal de las mismas".
Como tercera medida, el Gobierno aragonés interpondrá también un recurso de inconstitucionalidad contra el artículo 3 del decreto, por entender que permite la venta de agua.
Por su parte, el presidente socialista de Aragón, Marcelino Iglesias, ha pedido hoy la anulación del minitrasvase de agua sobrante del Ebro para el abastecimiento de agua a Barcelona. Iglesias, que en un principio apoyó la iniciativa, considera que las circunstancias de emergencia que motivaron el decreto de construcción de la obra han desaparecido.
Obra innecesaria "Creemos que afortunadamente no es necesario poner en marcha el decreto, porque el propio decreto, para estar en vigor, supone que tiene que haber una situación de emergencia, que ha desaparecido", ha declarado Iglesias a Radio Nacional esta mañana.
El presidente
considera que la obra no será necesaria. Juzga que gracias a las últimas precipitaciones, las reservas de agua de Barcelona podrán aguantar hasta la entrada en funcionamiento de la desaladora del Prat, cuya puesta en marcha está prevista para este otoño."Si hay precipitaciones normales, con el agua en el Llobregat podemos llegar hasta el próximo otoño tranquilamente y a partir de ahí la desaladora estará en marcha en poco tiempo", ha explicado.
Finalmente, Iglesias
ha explicado que la conexión prevista desde Tarragona "técnicamente no es un trasvase", ya que "no se cambia de circunscripción hidráulica"."No consideamos un trasvase pasar agua dentro de las cuencas internas de Cataluña", ha concluido el socialista.