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El Departamento de Medio Ambiente del Govern ha informado que Catalunya entrará en estado de emergencia por la sequía el miércoles de la semana que viene, el 16 de abril, si antes no llueve, puesto que la reserva de las cuencas internas quedará por debajo del 20% de la capacidad total. Actualmente, hay 146,6 hectómetros cúbicos de agua embalsada. A pesar de todo, el presidente español, Rodríguez Zapatero, ha garantizado que no habrá restricciones de agua de boca en Catalunya, aunque no se sabé aún cómo lo afrontará, sino acepta la captación del Segre, que según los expertos y ciertos sectores ecologistas, es la solución más viable.

Ayer, José Montilla y Artur Mas pusieron de relieve las desavenencias sobre las medidas a emprender para superar los efectos de la sequía. Mas no acepta el trasvase del Segre que propone el Govern  y Montilla no se aviene a trasvasar el Ródano para asegurar la provisión de agua a largo término. Sí que coincidieron en la necesidad de estudiar una posible interconexión entre el Consorcio de Aguas de Tarragona y Aguas Ter Llobregat.

 

Para el presidente de la Generalitat, se podría interconectar el agua de la cuenca de l'Ebro y la del Ter-Llobregat con una canalización entre Cunit y Cubelles, pero el volumen de agua que se obtendría sería del todo insuficiente. Hay más opciones de interconexión de redes para resolver este problema, pero requieren un tiempo de ejecución de obras más largo. Eso quiere decir que el gobierno estudia por primera vez la posibilidad de interconectar redes, por más que Montilla se apresuró a decir que eso no significaba un cambio de posición del gobierno, porque la interconexión no sería permanente, sino temporal.

 

Montilla y Mas concuerdan en algunas de las medidas urgentes, como el transporte de agua en barco y el aprovechamiento de pozos y acuíferos, pero no en la más polémica: la del trasvase del Segre. En este punto, Mas recordó que era el Gobierno español quién "como en tantos temas que afectan a los catalanes" tenía la última palabra, y que Zapatero y De la Vega se habían opuesto claramente; Montilla, en cambio, mantiene la propuesta, pese a la oposición, y espera que Madrid presente propuestas para resolver el abastecimiento de agua al área de Barcelona y para evitar las restricciones.

 

Para Montilla, el trasvase del Segre no es la mejor opción, pero sí la única factible, hoy por hoy. Artur Mas tampoco convenció a Montilla de la necesidad de trasvasar el Ródano para asegurar el abastecimiento de agua en Barcelona y evitar que en el  vuelva a haber situaciones como la de ahora. Según Montilla, que entregó a Mas un análisis de las medidas para superar la sequía, el agua de las desalinizadoras sería la equivalente a la del Ródano. Pero Mas sostiene que las desalinizadoras son caras y necesitan mucha electricidad.