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El ahorro en el consumo de agua puede comportar que las compañías suministradoras quieran subir las tarifas. Hay varias evidencias de ello: por ejemplo, en unas declaraciones a Radio Girona, de las que se hizo eco ayer Diari de Girona, el gerente de la empresa de Aguas de Girona, Narcís Piferrer, advirtió que ante la bajada en el consumo "como la del último trimestre de este año en Girona, Salt y Sarrià de Ter", «es posible que haya subidas», porque «si se consume menos agua, hay menos ingresos y en cambio los costes son los mismos. Veremos a la larga qué nos puede representar esta sequía y después decidiremos junto con los ayuntamientos a ver cómo lo tenemos que repercutir».
 

De hecho, Agbar "la gran compañía de aguas de Barcelona, o sea, la Caixa" parece que también está moviendo pieza y ya ha mantenido contactos con los dirigentes de las dos agrupaciones municipalistas de Catalunya (FMC y AMC) para tantearlos y hacer presión ante el Gobierno Montilla por la falta de ingresos que causa el comportamiento cívico de los ciudadanos.

La paradoja, pues, está servida: si consumes menos agua, se acabará pagando más...

El consumo del agua en Girona se ha situado a niveles históricos. El gasto de agua en el área urbana de Girona bajó durante el pasado mes de marzo hasta los mismos niveles que en 1999 "entorno a un 15% menos" a pesar de que durante estos ocho años ha habido un aumento notable de la población en los tres municipios mencionados.

Curiosamente, ninguna de las grandes compañías suministradoras "como Agbar", no se ha gastado nunca ni uno euro para hacer campañas de ahorro de agua en los grandes medios de comunicación "como sí ha hecho la Agència Catalana de l'Aigua (ACA)", con lo que se demuestra claramente el interés de éstas compañías para que no sólo no se ahorre, sino que se consuma más. En cambio, la misma Agbar-la Caixa ha tenido mucho interés para que se le adjudicase, de forma casi automática, la obra y el control de la interconexión con el Ebro.

Si llueve bastante, ¿será precisa la interconexión?

Es la pregunta que se hace mcuha gente estos días. De hecho, se esperan grandes lluvias desde hoy mismo y hasta el domingo que podrían situar los embalses de las cuencas internas catalanas por encima del 27% (165 hm3).

Si fuese así, y siguiendo lo que dice el Decreto de sequía, se debería salir de la fase de emergencia II, en las que se encuentra ahora el país, y, por lo tanto, la interconexión de 180 millones de euros "que tendrán que pagar los catalanes en detrimento de otras infraestructuras realmente necesarias" ya no habría necesidad de hacerla. Pero parece que la faraónica obra es la guinda del pastel para muchos, incluidos los dirigentes del PSC (PSOE), que ya han dicho que aunque diluvie la obra se hará igualmente.