15/01/2007 - 09:15h

La privatización de las redes de distribución

La privatización de la distribución del agua es un asunto que levanta ampollas. Existen diferentes experiencias al respecto a lo largo y ancho del mundo, y no se han podido encontrar conclusiones concluyentes sobre la idoneidad de la privatización, pues los resultados han sido muy irregulares.
En algunos países en vías de desarrollo esta solución aparece como la única posible, dado que el estado no tiene la capacidad de la inversión en infraestructuras, aunque es normalmente en esos países donde las multinacionales son más remisas a instalarse debido a los bajos ingresos generalizados de la población, que no garantizarían un retorno de las inversiones.

En general, se ha detectado que en países en vías de desarrollo la red de distribución se expande mucho más rápidamente, aunque los costes también aumentan más que en territorios donde la distribución es pública.

Gran Bretaña
La primera privatización concluída en 1989. El suministro funciona bien, pero las empresas no han ido bien en bolsa.

Bolivia
Poco después de la privatización, en 1999, los bolivianos de la ciudad de Cochabamba vieron cómo los precios del agua aumentanban hasta alcanzar la cuarta parte del salario mínimo. Hubo disturbios graves y el ayuntamiento volvió a cumplir la función de distribuidor.

Chile
El agua corriente es un servicio casi universal. Su precio es asequible para las clases medias y existen facilidades para quienes pueden probar no disponer de recursos económicos.

Sudáfrica
Posee la legislación sobre gestión hídrica más avanzada del mundo, reconociendo explícitamente en su Constitución el acceso al agua potable. Es uno de los pocos países que han conseguido alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio en suministro de agua. En diez años, más de nueve millones de personas han accedido al agua potable. Las capas sociales más desfavorecidas pueden utilizar los primeros 6.000 litros mensuales de forma gratuita. La experiencia con el suministro privado ha sido, según la UNESCO, positiva, aunque el servicio está aún en gran parte en manos del estado.

Argentina
En Argentina eran los ayuntamientos quienes tenían la competencia para decidir la titularidad de la distribución, con lo cual algunos municipios permanecieron en manos de entidades públicas mientras que otras pasaron a manos privadas, por lo que este país es ideal para observar el resultado de la privatización. Se constató un aumento muy rápido de los hogares conectados a redes privadas, así como una disminución de las pérdidas por fugas. Se constató, así mismo, una disinución en la mortalidad infantil en los municipios privatizados. Actualmente y debido a la crisis económica, el mayor consorcio distribuidor del país en manos de Suez y la española Agbar muestra sus intenciones de retirarse. Algunos grupos abogan por vender sus concesiones a otras empresas privadas, aunque existen también voces que reclaman la titularidad pública de este servicio.
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