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Proteger ríos y acuíferos: una necesidad

Miguel Alonso, director del Departamento de Limnología de URS España, analiza en este artículo la situación de los recursos hídricos españoles

En un contexto como el actual, donde los recursos hídricos son un bien escaso y muy preciado, la correcta gestión de las aguas residuales y la protección de ríos y acuíferos se han convertido, más que en una prioridad, en una muy acusada necesidad.

El impacto en nuestro país de fenómenos como la desertificación y el notable incremento de la demanda de agua obligan a hacer de ella un uso responsable-

La Directiva Marco del Agua (DMA) representa en este sentido, un avance destacado y esperanzador para la conservación de nuestras masas de agua continentales, de transición y costeras.

No en vano, su principal objetivo es poder salvaguardar en buen estado todos los ecosistemas acuáticos, lo que supone un desarrollo cualitativo de anteriores normativas y plantea nuevos retos a empresas y administraciones públicas.

Los estudios realizados por el Ministerio de Medio Ambiente muestran que en España el 25% de las masas de agua está en situación de riesgo debido a vertidos puntuales a cauce. El crecimiento de los núcleos urbanos, así como la presión de la industria, la agricultura y la ganadería la ganadería, impactan cada vez de forma más significativa en la calidad de nuestros ríos y acuíferos.

Hasta el momento, las autorizaciones de vertido garantizaban fundamentalmente que etas emisiones se manturiveran dentro de los límites establecidos por la ley.

La transposición de la Directiva, sin embargo, obliga a ir más allá, y exige calibrar el impacto y los efectos de los vertidos sobre la masa de agua receptora para, de esta forma, asegurar elmantinimiento de unos niveles mínimos de calidad ecológica y química.

Este nuevo enfoque de la Directiva implica, por tanto, la necesidad de definir previamente las condiciones de referencia de las diversas comunidades biológicas presentes en embalses y ríos, de acuerdo con la tipología de cada uno de ellos.

A partir de ahí, se deberá ultimar la redacción del Plan Hidrológico de las Demarcaciones Hidrográficas, en el que se concreten las medidas básicas para poder cumplir los objetivos de conservación.

Unas disposiciones que contemplarán, entre otros aspector, planes para la recuperación de la calidad de las masas de agua y para el control de la sobreexplotación de los acuíferos.

Llegar a buen puerto requerirá, no obstante, no sólo una nueva metodología, sino también una orientación distitnta en el planteamiento de la gestión de las aguas residuales, y un buen ejercicio de previsión por parte de industrias y autoridades competentes.

El año 2015 es la fecha marcada como límite para que nuestras masas de agua se encuentren en un estado adecuado y, hasta entonces, será necesaria una adaptación de los sistemas de instalaciones para el control de vertidos a los requerimientos de la nueva normativa.

Se tratará de un proceso exigente en ciertas ocasiones, pero los resultados que se persiguen, sin duda alguna, bien merecen este esfuerzo.

La idea subyacente en la Directiva Marco del Agua es que, en la medida en que se reduce la alteración del medio se incrementa el bienestar de la población.

Ante esta propuesta, beneficiosa para todos, se impone un cambio de mentalidad, tanto en los gestores del agua como en el conjunto de la sociedad; por primera vez, los recursos hídricos, además de ser objeto de explotación, pasarán a considerarse un patrimonio natural que hay que proteger.

Es evidente que queda mucho por hacer hasta alcanzar los retos que se nos plantean, pero aún estamos a tiempo.

La Administración ya ha comenzado a trabajar, adaptando la legistlación a la nueva Directiva y tratando de crear una conciencia medioambiental sólida a través de sus reiteradas campañas de comunicación.

Concienciación

Ahora el testigo lo tiene toda la sociedad. Quedan menos de diez años para lograr los ambiciosos objetivos marcdos por la DMA y ello va a exigir el esfuerzo de todos los actores implicados.

Fuente: La Gaceta de los Negocios, 13 de junio de 2006