En regiones donde bombear y distribuir agua requiere de un uso significativo de electricidad, las políticas destinadas a reducir el consumo de agua podrían ayudar más a evitar el cambio climático que intentar concienciar a la gente de que reduzca el consumo de energía en sus casas, según el Instituto del Pacífico, una organización norteamericana especializada en la materia.
Además de ser efectivo, también podría resultar más barato para el usuario reducir el uso del agua que comprar bombillas de alta eficiencia. Las ventajas del ahorro de agua sobre el ahorro de energía se han podido constatar en California y en China, regiones donde la escasez de este recurso se han convertido en estados de emergencia, y donde las sequías pueden empeorar debido al cambio climático. En California se encuentran ya en el tercer año de sequía, y el estado está reduciendo el suministro de agua en un 20 a 30%, advirtiendo de que se trata de la -mayor sequía de la historia. La escasez del agua está obligando a los granjeros a reducir su producción y a despedir a empleados en una economía que ya está tocada por la crisis.
David Zoldoske, director del Centro de la Tecnología de la Irrigación de la Universidad de Fresno, se ha esforzado en educar a los granjeros californianos en bombear y regar de forma eficiente desde 2001. De esta forma, afirma, -se han ahorrado19.4 millones de kW/h entre 2002 y 2005. Pero la sequía puede reducir el ahorro de electricidad. Debido a que el agua disponible está cada vez a mayor profundidad, tienen que cavar más hondo para encontrarla y, consecuentemente, bombear desde una profundidad mayor, lo que aumenta el consumo de energía. Como alternativa se ha propuesto desalinizar agua de mar, lo que también consume energía.
En China, la sequía ahora se extiende por el norte del llamado cinturón de trigo, y casi cuatro millones de personas se encuentran con escasez de agua potable. El gobierno chino afirma que ésta es una emergencia pocas veces vista en la historia, y tiene planeado provocar lluvia de forma artificial, y realizar transvases de agua desde el Yangtze y el río amarillo.
Muchas regiones de China consumen sus acuíferos antes de que el agua pueda ser reemplazada, de forma que se están creando esquemas de uso del agua que están dañando la ecología local de forma irreversible.
Para suplir estas carencias, el gobierno chino tiene previsto un proyecto de transvase de agua del sur hacia el norte, que cuenta con un presupuesto de 62.000 millones de dólares. Si el proyecto se lleva a cabo, requerirá de una cantidad ingente de energía.
-Se requiere de una cantidad tremenda de energía para mover, limpiar, tratar y usar el agua, aseguran desde el Instituto del Pacífico. -Así que cualquier cosa que podamos hacer para reducir el consumo de energía destinada a estos fines, reducirá las emisiones de CO2 y gases afines.