4/01/2008 - 12:37h

Anulan el insostenible rally Dakar 2008

Dakar
Una buena noticia para los ecologistas y conservacionistas de todo el mundo: el rally Dakar 2008 se ha suspendido por problemas de seguridad en Mauritania, según han hecho público los organizadores y recoge el diario francés L'Equipe, uno de los organizadores del evento que debía de empezar mañana sábado 5 de enero.
Durante años, desde 1978, grupos ecologistas de toda Europa, han denunciado este insostenible evento «deportivo» por considerarlo siendo una provocadora manifestación de prepotencia y derroche de la civilización industrialista ante aquellos países que no están plenamente integrados en la vía del «desarrollo» industrial. 

En todas sus ediciones, los equipos participantes han derrochado enormes cantidades de dinero, quemado millones de litros de combustibles fósiles líquidos, movilizado multitud de camiones de apoyo, aviones ligeros y helicópteros y las mismas fuerzas armadas de muchos países, en los cuales juegan un claro papel de fuerzas represivas y de dominio absoluto sobre las poblaciones locales. 

Todo esto ha sido tildado de insultante ante la situación real de los países escogidos para ser una especie de circo contemplado, a distancia, por los embobados teleespectadors occidentales. 

Se trata de una escandalosa operación de propaganda organizada por los nuevos «misioneros» de la sociedad consumista que contribuye a imponer a las sociedades africanas los nuevos mitos consumistas de la sociedad industrialista: las marcas de coches, de tabacos y bebidas… 
Todo esto no es más que la forma moderna de continuar ejerciendo el dominio sobre sociedades de culturas diferentes a la industrial. Antes se dominaba a los africanos a latigazos (el esclavismo) y con el adoctrinamiento a base de religiones foráneas (el colonialismo). Ahora se hace con Coca-Cola, Camel y Peugeot, y la dependencia económica que imponen. 

Hoy ya no sería vendible la afirmación de que la explotación de África debe continuar. Si Thierry Sabine, el iniciador de la París-Dakar, lo hubiera dicho así, el industrialisme no lo habría canonizado. Pero los «sacerdotes» del industrialismo lo han puesto en los altares porque ha hecho posible que nuestra sociedad acepte sin cuestionarse en absoluto la continuación del expolio de los bienes comunes de las sociedades africanas, a través de guerras para apoderarse de los recursos naturales y a través de guerras contra la naturaleza y las culturas tradicionales africanas.

Es un grosero espectáculo sobre fondo tropical que esconde los verdaderos problemas que las milenarias culturas africanas tienen planteados. Por más que los organizadores se esfuercen en presentar las ‘compensaciones’ que se otorgan a los países por dónde pasa el rally Dakar, nunca compensarán los perjuicios reales causados a las poblaciones locales: miles de km de pistas destrozados y puentes hundidos, centenares de miles de litros de combustible requisados, toneladas y toneladas de chatarra y residuos esparcidos por todas partes…

¿Qué dirían y qué cosa pensarían si un buen día los países africanos decidieran hacer una Caravana de tribus nómadas que con camellos y otros animales fuera desde Tamanrasset -en pleno corazón del Sahara- a Moscú, atravesando todo el continente europeo? 

Se debería de renunciar rally Dakar y llevar a la África otro tipo de Caravana que dejara por los países que cruzara una tecnología más humana, que hiciera posible que las culturas africanas pudieran superar los males ocasionados por los siglos de dominio europeo y pudieran recuperar sus identidades culturales, puesto que «proezas» como el Dakar contribuyen de forma clara y patente a hacerlas desaparecer.
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