No es casualidad que Barcelona esté tomando medidas variadas para reducir la contaminación en su territorio, como la reducción de la velocidad a 80 en toda la zona metropolitana -incluidas autopistas-, o la instalación de un sistema público de bicicletas.
Éstas, y otras que vendrán, son medidas que ha adoptado la ciudad ante la amenaza de la EU de multar a la ciudad si no rebaja los niveles de contaminación. Estos niveles se encuentran regulados por una Directiva de 1996, pero hasta ahora sólo eran orientativos. A partir del año que viene, sin embargo, serán de obligado cumplimiento, y sancionables en caso de no ser cumplidas.