El Eje Transversal (C-25) cumplió la pasada semana diez años desde que se abrió a la circulación su último tramo: el túnel de Fontfreda, entre Manresa y Vic. Hace una década, la infraestructura fue considerada la gran obra de la Generalitat. Pero los usuarios critican que quedó pequeña el mismo día que la abrieron al tránsito. |
Fuera del tramo de cinco kilómetros entre Cervera y Oluges, y los tramos de las variantes de Manresa y Vic, la carretera C-25 tiene un solo carril en cada sentido de la marcha, y por lo tanto és una carretera lenta. La Generalitat ha adjudicado su desdoblamiento, que tendrá un coste de 708 millones de euros, cuando su coste de construcción fue de 450 millones.
El Eje es la primera conexión directa entre las demarcaciones de Lleida y Girona, lo que ha permitido iniciar relaciones entre las ciudades y vertebrar comarcas de la Catalunya interior como el Segrià, el Pla d'Urgell, Urgell, Segarra, Anoia, Bages, Osona, Selva y Gironès.
El Eje Transversal vertebra las comunicaciones por carretera entre la plana de Lleida, las comarcas centrales y Girona. En el marco del Plan de infraestructuras del Transporte y el Programa de grandes ejes viarios, la Generalitat ha previsto transformar en autovía todo el Eje Transversal, una actuación de gran magnitud, no sólo en cuanto a la movilidad, sino también por motivos sociales, territoriales, económicos y estratégicos.
En este sentido, el desdoblamiento del Eje permitirá:
La nueva autovía
El proyecto prevé desdoblar la actual carretera para formar una autovía de dos carriles para cada sentido de la circulación. En la mayor parte del trazado, se ampliará la carretera existente por un lado u otro para formar los nuevos carriles y se aprovecharán los pasos superiores para prolongarlos. Asimismo, se remodelarán los enlaces y, en cuanto a los viaductos y túneles, en general se construirán otros de simétricos y en paralelo a los que ya existen.
La nueva autovía estará formada por dos calzadas con dos carriles de 3,5 metros por sentido, más un carril adicional en los tramos donde es preciso construir vías para el adelantamiento de los vehículos pesados. Los arcenes exteriores tendrán 2,5 metros de anchura y los interiores, 1,5 metros. Una mediana de anchura variable entre los 5 y los 8 metros separará los dos sentidos de la circulación.
En total, el proyecto comportará el desdoblamiento de 142,8 kilómetros de carretera, la construcción de 52 viaductos y 14 túneles, así como la actuación en 40 enlaces.