30/06/2008 - 15:00h

La ecoconducción reduce en un 20% el consumo de carburante

Ecoconducción.La forma de conducir un vehículo influye, y mucho, en los consumos de un automóvil. Este es uno de los mensajes lanzados el viernes en la segunda jornada de la I Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad en el Automóvil que organiza el Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos (ISR). 
El modo de utilización del vehículo puede suponer un ahorro muy significativo de los recursos y las emisiones de un automóvil. Las altas velocidades, los acelerones bruscos, o la falta de planificación de los viajes aumentan considerablemente el consumo de carburante. Y es que las pruebas realizadas hasta el momento demuestran que la conducción eficiente reduce en un 20% el consumo de combustible, tal y como aseguró Pere Sauret, gerente Técnico de la Fundación RACC durante la I Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad en el Automóvil celebrada en Madrid durante los días 26 y 27 de junio.  

Pero la conducción no es el único factor relacionado directamente con la eficiencia en el consumo del vehículo, aspectos como el mantenimiento preventivo del coche o el peso del automóvil pueden reducir el impacto ambiental de un turismo durante la fase de utilización. Según un estudio del ISR, patrocinado por la Fundación Caja Navarra, el mantenimiento es fundamental para piezas tan claves como los neumáticos, que son responsables, por sí solos, del 10% del consumo de un coche. Así la repercusión del neumático en el consumo de carburante se demuestra rodando con neumáticos mal inflados. -Una pérdida de presión de 0,3 bares en los neumáticos del vehículo respecto a la recomendada por el fabricante, supone un aumento de consumo de carburante del orden del 3%, señala el informe del ISR. Algo más habitual de lo que puede parecer en un principio, pues -la mitad de los vehículos que circulan por los países de la Unión Europea lo hacen con presiones demasiado bajas en los neumáticos, poniendo en peligro la seguridad y elevando el coste medioambiental producido por el exceso de emisiones. 

En cuanto al peso del automóvil el estudio revela que este aspecto tiene un efecto sustancial sobre el consumo de combustible. -Una carga extra de 100 kg en un vehículo de gama media supone un consumo adicional del orden del 7%. A partir de estos datos puede decirse que una berlina grande emite entre un 25% y un 33% más de CO2 que un utilitario pequeño, debido a una diferencia de peso en torno al 50%. Por eso el programa Super Light-Car, un proyecto de I+D cofinanciado por la Comisión Europea, se ha marcado el objetivo de reducir en un tercio del peso del cuerpo del vehículo para 2009. -Materiales como el aluminio y la fibra de carbono serán claves para reducir el peso y las emisiones contaminantes de los coches del futuro, ha afirmado Aat Peterse director de la Federación Europea del Transporte y Medio Ambiente.
 
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