Noticias Energía Solar

Todos los directivos del la industria del motor presentes en el Salón Internacional del Motor que se celebra en estos días en Detroit han hablado sin excepción alguna de motores menos contaminantes y de menores consumos. Estrellas de la muestra, sin embargo, vuelven a ser los coches imponentes. 

 

Detroit, como cualquier otra muestra del sector del motor, se debate otro año más entre los coches de gran tamaño y la necesidad de ser cada vez más eficientes y menos contaminantes. No es la primera vez que la industria hace visible este dilema. La diferencia radica en que ya no hay excepciones: todos los fabricantes prometen ser más verdes en el futuro.

Pero eso será en el futuro. El presente es bien distinto. Ford y Chrysler son buenos ejemplos. Por un lado, está el Ford Verve, un bonito compacto desarrollado en Europa que recuerda en algo al Focus y que no se venderá hasta dentro de dos años.

Pero la estrella ha sido el F-150, un imponente pick up que ha sido su vehículo más comercializado en los últimos 15 ejercicios y sobre el que están puestas todas las esperanzas de remontar la caída del 11,8% en el año 2007.

La nueva Chrysler, ahora en manos del fondo de capital riesgo Cerberus, apura su recuperación confiando en un modelo crucial, el espectacular pick up Ram (carnero), para cuya presentación la marca soltó más de 100 vacas longhorn por el centro de Detroit. El Ram ha sido escoltado por tres prototipos híbridos de pequeño tamaño.

El presidente del grupoGeneral Motors, Rick Wagoner, por su parte, ha aprovechado el salón para lanzar una cruzada a favor del etanol, a la vez que anunció un acuerdo para desarrollar un combustible que podría reducir a la mitad el precio y disminuir un 85% las emisiones.

Toyota no se queda atrás en esta esquizofrenia verde que se ha apoderado de las empresas automovilísticas: la compañía mostró en el salón el nuevo pick up Tundra, a la vez que anunciaba para el ejercicio 2010 un coche eléctrico que se podrá recargar en la red y explicaba que lanzará otro híbrido en 2009.

Honda, por su parte, aporta un prototipo con motor impulsado por hidrógeno.

Claro que los plazos en la industria de la automoción son dilatados: los vehículos que se muestran en el presente salón fueron aprobados y desarrollados hace unos cinco años, cuando la gasolina costaba menos de la mitad que ahora. Entonces solo había que desembolsar 1,5 dólares por galón (cada galón son 3,78 litros). Actualmente, el precio está en 3,2 dólares por galón (0,8 dólares por litro), lo que ha ayudado a que las matriculaciones cayesen un 2,5% el pasado ejercicio.

Y eso, sin olvidar que lo más probable es que si se modera el precio del petróleo, los consumidores estadounidenses, tan proclives siempre a lo excesivo, volverán a apostar por el cuanto más grande, mejor.

Nissan sopesa competir con el Nano de Tata

La multinacional japonesa Nissan explicó ayer en el Salón de Detroit que decidirá el próximo mes de abril si fabrica un coche en la India que compita con el Tata Nano, el modelo que costará 2.500 dólares, unos 1.700 euros. Nissan prevé rebajar en un 15% el peso de sus coches en Estados Unidos con el fin de que consuman menos.

Hyundai ve oportunidades si la economía empeora

El fabricante coreano Hyundai afirmó en Detroit ayer que un empeoramiento de la economía de EE UU puede suponer una oportunidad para sus modelos, dado que en ese caso, los clientes buscaran coches más asequibles con altas prestaciones. Hyundai presentó el pasado domingo el Genesis, su primer modelo con tracción trasera.

Ford prevé una difícil primera parte del ejercicio 2008

El vicepresidente de Ford, Mark Fields (en la imagen, presentando el nuevo Ford F-150), aprovechó ayer su comparecencia en Detroit para advertir que las condiciones del mercado serán difíciles, al menos durante la primera parte de 2008. El directivo prevé que las ventas vuelvan a caer debido al empeoramiento de la economía y el precio del combustible, y mostró su confianza en que la Reserva Federal estadounidense rebaje tipos para ayudar a reactivar consumo. Las matriculaciones se han reducido durante los últimos dos años en EE UU. El descenso fue del 2,5% en 2007.

Fuente: Cinco Días.