Whashington vivirá un momento histórico cuando Obama tome posesión de su cargo, pero llega en uno de los peores momentos de la historia del país. Obama dice que la reactivación de la economía pasa por la inversión en medioambiente y por un cambio en el paradigma energético.
Después del rescate de los bancos, la estrategia económica de los Estados unidos se centrará en poner al día las infraestructuras y fomentar de forma masiva la eficiencia energética y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles. Los escépticos dicen que el movimiento no irá muy lejos, pensando en la fuerza del lobby del automóvil, pero podrían estar equivocadoss. La industria del automóvil vive una etapa negra. General Motors, empresa de referencia, ha estado despidiendo gente durante el año pasado y seguirá haciéndolo durante2009. Las ventas han caído en picado y los observadores alertan del peligro que las compañías no dispongan de suficientes recursos económicos para continuar su actividad. El colapso de la industria es posible: el Center for Automotive Research estima que si la industria baja un 50%, unos dos millones y medio de personas irían a la calle en un año, una perspectiva dura para una administración que tiene como objetivo la creación de puestos de rabajo.
La situación es preocupante y los representantes de la industria han solicitado al nuevo presidente ayuda de choque para superar la coyuntura. Los ecologistas acusan a esta industria de no haber invertido ni en mayor eficiencia energética ni en el avance en el uso de energías alternativas. Hasta ahora los fabricantes han priorizado la investigación en sensores inteligentes y conducción automática, dejando de lado la investigación en tecnologías más limpias,pero esto está cambiando porque se dan cuenta de que, si no dan un fuerte giro de timón, no hay futuro. El 96% del transporte en este país depende del petróleo y, para 2030, se prevé un aumento de la movilidad del 70%. Los números no salen.
Lo más probable es que Obama acabe dando una inyección financiera a la industria automovilística, pero eso sí, condicionada al compromiso de participación en el nuevo modelo energético que quiere implantar en el país. A pesar de las críticas, esta apuesta es inteligente, ya que sólo puede liderar el cambio en los vehículos -primero, más eficientes, para pasar después a una etapa en la que predominen los híbridos y eléctricos-, la misma industria que tiene el know-how para hacerlo.
El gobierno de California, liderado por el republicano Arnold Schwarzeneger, mantiene una línea similar a la de Obama y ha anunciado un plan muy ambiciosos para convertir el área de la Bahía de San Francisco -donde vive la misma población que en toda Cataluña- en una zona para vehículos eléctricos. No se trata de hacer una demostración esta tecnología, sino de liberar esta área metropolitana de combustibles fósiles, al menos, en lo que se refiere al transporte privdo motorizado. La estrategia pasa por crear una infraestructua de estaciones de carga para vehículos y de estimular la adquisición masiva de los consumidores.
Fuente: Theknos, enero de 2009