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Preguntado por el Journal du Dimanche (JDD), el presidente de Renault, Carlos Ghosn, comunicó las ambiciones del grupo en cuanto a un «vehículo de impacto medioambiental nulo». «Hay una demanda para los coches de cero emisiones por parte de algunos Estados, de algunas ciudades o de algunas empresas, pero no hay oferta», lamentó, a pesar de un mercado anual mundial que evaluó en 10 millones de unidades. «Es lo que está en juego principalmente para nosotros», destacó.

 

Un juego en el que la prioridad principal es el desarrollo «del coche eléctrico antes del de con pila de combustible, ya que la tecnología de las baterías evoluciona muy rápidamente».

Se consagran así 200 millones de euros al año a la ingeniería avanzada de las tecnologías eléctricas en Renault y en Nissan. Objetivo: el lanzamiento en 2010 de un modelo Nissan en California, sostenido por la legislación del Estado. «Se propondrá una oferta global de vehículos eléctricos» y, a continuación, en 2012, se incluirá al mercado francés.

Para el hidrógeno, «serán necesarios al menos 10 años para alcanzar buenas condiciones de comercialización en masa", consideró, una vez solucionada la «cuestión del coste y la del circuito de distribución del hidrógeno». Un prototipo de Scenic con pila de combustible debería sin embargo presentarse en los próximos meses, prometió.

Mientras, la tecnología híbrida prosigue su desarrollo, en particular, en los Estados Unidos mediante el Altima: «En 2007, sobre 300.000 Altima vendidos, 12.000 eran híbridos».