Otra de sus características destacable es que su inventor, el profesor Hiroshi Shimizo, lo ha creado ocho ruedas. Su intención al crear este prototipo es demostrar que un coche eléctrico puede ser incluso mejor que los modelos con motor térmico, y quitarle el sanbenito de su poca autonomía y velocidad.
La potencia, eso sí, lastra su tamaño. Aunque puede albergar cuatro personas en su interior, necesita varias baterías para funcionar y conseguir una automía de 300 km conduciendo a un máximo de 100 km/k.