En casa podemos aprovecharnos del trabajo de los gusanos rojos dentro de un vermicompostador y asistir en primera fila al espectáculo del ciclo de la fertilidad de la naturaleza. El vermicompost (del latino vermis, es decir, gusano) es el producto resultante del proceso de digestión de restos orgánicos que se comen las lombrices y que posteriormente otros microorganismos continúan degradando hasta compostarlo. Es un sustrato que parece barro y que es rico en sustancias nitrogenadas y, por lo tanto, muy útil como abono para las plantas.
De todas las especies de gusano de tierra, el gusano más empleado en el proceso de vermicompostaje doméstico es la especie
Eisenia fetida popularmente conocida como lombriz tigre o lombriz de California. De manera natural, se pueden encontrar en las pilas de compost. En esta monografía se explica todo sobre las lombrices y se propone el uso del vermicompostador doméstico llamado Vermicasa diseñado por la Fundación Tierra y que se ha producido con materiales reciclados o reutilizados, para que sea resistente, durable y fácil de mantener.
El Vermicasa no es más que una caja que se suministra con las piezas preparadas para montar. Las paredes, tapa y culo de la caja del Vermicasa han sido hechas con planchas de fibras de polietileno residuales procedentes de la industria del esquí de nieve.
Descargar Perspectiva Ambiental, 41 (en castellano).