A finales del año pasado, la FDA determinó que no existían razones científicas para prohibir la venta y consumo de alimentos procedentes de animales clonados y sus crías. Esto contrasta con la desconfianza que generan estos alimentos. De hecho, tres de cada cinco estadounidenses recelan de ellos pese a que las investigaciones no hayan encontrado aún riesgos significativos.
En este contexto, ViaGen y Trans Ova Genetics, las dos principales empresas de biotecnología del sector agropecuario, han presentado un sistema de seguimiento (trazabilidad) para permitir que los consumidores puedan saber si las carnes y leches que compran provienen de clones.
El sistema propuesto prevé un registro de todos los animales clonados en Estados Unidos y exige a los ganaderos que los mantengan fuera del circuito alimenticio para que el resto del suministro de carne y leche pueda ser distribuido como «clone-free» (libre de clonación). Las entidades que no cumplan los requisitos de este sistema de registro y seguimiento podrían ser sancionadas.