Diez estados pertenecientes a EEUU, entre ellos California y Nueva York, han llevado al Tribunal Supremo su solicitud de que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) se convierta en ógano regulador de las emisiones de CO2.
El Tribunal Supremo, compuesto por nueve jueces de diferentes tendencias políticas, se ha dividido inmediatamente entre quienes consideran que forzar una reducción de gases apenas tendría efecto sobre el cambio climático, o que incluso niegan la existencia de tal fenómeno -grupo que representa los intereses de la Administración Bush y empresas interesadas en el mantenimiento del status quo- y quienes defienden la certeza de las conclusiones científicas que a lo largo y a lo ancho del mundo procalman expertos independientes y proclaman la necesidad de actuar para frenar las consecuencias de las emisiones de CO2 y otros gases tóxicos.
Al parecer, cuatro de los magistrados pertenecen a una opinión, y otros cuatro defienden la posición contraria, pero existe aún uno que no ha manifestado claramente su visión del asunto, por lo que no queda claro cuál puede ser el futuro del control de emisiones de CO2 en EEUU. El Tribunal emitirá una sentencia al respecto durante 2007.
Más información sobre California y el cambio climático
California demanda a la industria del automóvilCalifornia cumplirá Kioto