Ayer, el delegado del gobierno en Tarragona y primer secretario del PSC del Camp de Tarragona, Xavier Sabaté, acusó a los responsables de la instalación de haber mentido los alcaldes de la zona.
Sabaté explica en su
bloc que los responsables de la central les dieron datos falsos: less comunicaron que había un nivel de radiactividad 230 veces inferior al real, y pide al Consejo de Seguridad Nuclear que imponga la multa máxima, de 30 millones de euros, a Iberdrola y Endesa. «Los responsables de la empresa tienen que dar la cara y asumir su parte de culpa como máximos responsables de su organización», afirma.
La semana pasada,
Greenpeace y Ecologistas en Acción ya presentaron una denuncia a los juzgados contra la central.
Los resultados de los análisis que se han hecho a los escolares que visitaron la central han dado, por ahora, negativo, a pesar de que los exámenes, llevados a cabo por el
Consejo de Seguridad Nuclear, no son independientes, ya que los lleva a cabo una empresa participada por Endesa e Iberdrola, que son las propietarias de la central nuclear de Ascó