El funcionamiento de una planta desalinizadora: depósito de agua tratada e impulsión al depósito de regulación
Desde los remineralizadores, el agua osmotizada y remineralizada pasa al depósito de agua tratada de 1.300 m3 de volumen, mediante una conducción de polietileno de alta densidad de DN 900.
En esta tubería se lleva a cabo la dosificación de hipoclorito sódico, en función del caudal y de la consigna establecida de cloro libre. Un equipo de recirculación de agua con cloración automática instalado en el depósito, controla y regula este parámetro, siempre dentro de los límites exigidos. Al igual que en los casos anteriores, se dispone de los correspondientes depósitos para el almacenamiento de este reactivo, en este caso uno de 30 m3 y dos de 40 m3, así como las bombas dosificadoras.
A continuación, desde el depósito de agua tratada, el agua se impulsa al depósito de regulación mediante seis bombas segmentadas con un caudal de 500 m3/h a una altura de impulsión de 170 m y un motor de 400 kW.
Con el fin de proteger convenientemente dicha impulsión de agua del golpe de ariete por parada accidental del bombeo -como consecuencia de una fallo de suministro, por ejemplo-, en la planta se ha instalado un calderín vertical de vejiga d 25.000 litros de volumen, presión máxima de servicio de 25 bar y brida de conexión DN 400 PN 25 con presión de hinchado 7,7 bar.