Estos desechos animales suelen ser almacenados al aire libre, y no sólo emiten olores molestos, sino también gases invernadero, que empeoran la situación con el calentamiento global.
Los gases que emiten son metano, óxido nítrico, amoníaco, sulfuro de hidrógeno, y otras partículas que pueden llegar a causar problemas de salud en humanos. Y no sólo el aire se contamina, sino el agua, ya que la descomposición llega a contaminar la tierra, y al agua que corre debajo.
El asunto es que estos gases si se los deja sueltos en la atmósfera, y lo único que hacen es producir daños, pero pueden ser aprovechados para un fin noble. Como ser convertidos en biogás, que serviría también para alimentar microturbinas que generarían electricidad.
Esta conversión dejaría como residuo un fango que casi no tiene olor ni contamina, al contrario, sirve como fertilizante.
El biogás que se podría generar con el metano podría utilizarse de muchas formas, como por ejemplo para cocinar, para calentar hogares, y también puede ser convertido en GNC, gas natural comprimido.
-Pero el mayor potencial del biogás para mitigar las emisiones de gases invernadero, dicen los autores en el estudio, -es que se transforme en un sustituto del carbón en la generación de electricidad, ya que el carbón es uno de los emisores primarios de dióxido de carbono a la atmósfera.
Sin duda esto tendría muchos beneficios para países que tienen una ganadería bien asentada, o incluso para naciones como la India, que es uno de los países que más contamina y más gases invernadero emite, en gran parte porque casi toda su electricidad proviene de plantas de carbón.
Fuentes:
Environmental Reasearch Letters /
Erenovable.