Para la PIA, dificilmente se puede llamar «populares»a unas fiestas que ponen en peligro la vida de las personas y de los animales no humanos, como se demuestra año tras año, que fomentan la violencia, la incultura, el alcoholismo y el barbarisme.
Según la PIA «a las alturas del siglo XXI en la que nos encontramos, lo que esperamos los ciudadanos de la gente que gestiona nuestros dinero y nuestras vidas es que hagan fiestas más culturales y educativas, actos que fomenten la tolerancia y el respeto por los demás, también en cuanto al trato con los animales no humanos. Que nuestros dinero no es gasten en torturar públicamente animales con sentimientos y capacidad de sufrir. Que se intervenga en un futuro para que la tolerancia y el respeto hacia todos los seres vivos sean más bien vistos que la violencia hacia los animales, hacia las mujeres, hacia los inmigrantes... Un futuro en el cual una obra de teatro o una pieza musical sea más bien vista por los jóvenes que echarle botellas y latas a un animal inocente que no ha decidido acudir a ser acribillado».
Y es que para esta organización animalista, algunos ayuntamientos incluso pagan mucho dinero cuando los bueyes son famosos como "Raton", un buey que ha herido y matado a mucha gente. «¿Hasta dónde puede llegar el poco juicio de estos gobernantes?» Ahora, el ayuntamiento de Bètera estudia prohibir los bueyes en la calle por el peligro que suponen, mientras el ayuntamiento de Paterna estudia precisamente lo contrario: ponerlos de nuevo en marcha después de los años que hace que no se celebren y los muertos que seguramente se han ahorrado.