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Las medidas de ahorro de agua contra la sequía adoptadas en el área metropolitana de Barcelona han conseguido reducir cerca del 10% el consumo en este territorio, y han evitado así en el mes de marzo las restricciones en el uso doméstico.

La segunda teniente de alcalde, Imma Mayol, ha hecho un balance de las actuaciones realizadas por el área de Medio Ambiente, y ha recalcado que esta disminución evitará, en el peor de los casos, las restricciones hasta el otoño, aunque se ha mostrado convencida de que no habrá que llegar a una solución tan drástica, "ya que no hay gobierno que se pueda permitir estos cortes".

Mayol ha informado de que existe un plan de contingencia ante esta posibilidad, porque "no contar con él, sería una irresponsabilidad".

La segunda teniente de alcalde ha defendido la actuación de la Generalitat durante los últimos años, especialmente del consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, de quien ha dicho que, con el tiempo, estará orgulloso de "estar liderando una nueva política del agua".

Mayol ha explicado que se están manteniendo reuniones periódicas con los grandes consumidores de la ciudad (hoteles, polideportivos, gimnasios) con el fin de promover medidas de un uso racional del agua.

Según ha explicado Mayol, el Consistorio prevé duplicar en este mandato el uso de las aguas freáticas, con actuaciones como la interconexión de los pozos e hidrantes.

Aun así, la concejala ecosocialista ha señalado que el futuro del uso del agua en Barcelona está más ligado a la regeneración de este recurso que al uso del agua freática, ya que ésta tiene un límite aproximado de tres hectómetros cúbicos en la ciudad.

 

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