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El Gobierno catalán asegura que, con las reservas actuales, el agua está garantizada hasta abril, aunque fuentes de l'Agència Catalana de l'Aigua ya avanzaron que las restricciones podrían producirse antes del mes de marzo. 

En el peor escenario que se baraja, es decir, si no lloviera nada en lo que queda de invierno, las primeras restricciones de agua para el uso doméstico llegarían en primavera. A partir de aquí, y sólo en el peor de los casos, se pondrían en marcha medidas excepcionales, como transportar el agua en barcos.

Sin embargo, fuentes del Departament aseguran que la precontratación de estos barcos ya se está´llevando a término desde hace días, ya que se tiene que hacer con tiempo y en número elevado (cada barco puede traer sólo hasta 300.000 litros de agua). Por otro lado, en el muelle de inflamables del puerto de Barcelona ya están a punto los dépositos en los que se almacenaría el agua para conectarla a la red, un viejo proyecto que Agbar (Aigües de Barcelona) ya quiso poner en marcha durante la grave sequía de 2005.

Según ha explicado el consejero de Medi Ambient, Francesc Baltasar, también hay otras posibilidades, como recuperar pozos e intentar así dilatar al máximo que se apliquen restricciones en el uso de agua de boca. Baltasar también ha explicado que se están construyendo diversas plantas desalinizadoras para combatir la sequía. Recordemos que el 2007 ha acabado con el peor registro de lluvias de los últimos diez años.

Si se confirma que los barcos que transportarán el agua a Barcelona lo harán desde de algún puerto francés —quizás desde Marsella—, lo más probable es que el agua provenga del Ródano, río al cual vierten sus aguas seis centrales nucleares, un hecho que no es visto con buenos ojos por el movimiento ecologista, que ya advirtió de la peligrosidad de este agua cuando se habló de la posibilidad, anunciada en época de los gobiernos de CiU, de hacer un trasvase del Ródano a Catalunya.