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El Ministerio de Medio Ambiente aprobó hoy la construcción de una planta desalinizadora de agua en la parte oeste de la isla de Santa Cruz de Tenerife, que producirá unos 21.000 metros cúbicos al día, aunque en la primera fase sólo producirá 14.000 metros cúbicos.
 

 

 

El objetivo de este proyecto es, según el Ministerio, mejorar la calidad del agua para el abastecimiento, aumentar la garantía del suministro de agua a la población y preservar el estado de los acuíferos frente a la sobreexplotación y la intrusión marina.

La mayor calidad del agua se conseguirá mediante la implantación de pozos sondeo en la playa, que realizan un proceso de filtración natural. La planta desaladora e instalaciones auxiliares se situarán en las proximidades del litoral alejada de las áreas residenciales y turísticas, y las conducciones se instalarán en los viales para evitar el paso sobre parcelas destinadas a la agricultura.

Unida a la construcción de la desalinizadora, el proyecto incluye un plan de vigilancia ambiental que consistirá en el control de las estructuras del emisario, el control sobre la composición de la salmuera en planta y toma de muestras de sedimentos con medición de concentración de metales pesados. Además se vigilarán los niveles de ruido en lugares habitados próximos.