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9/05/2008 - 08:27h
Seis empresas, presididas por Agbar, ejecutarán el trasvase del Ebro
Una unión temporal de seis empresas, presidida por Aguas de Barcelona (Agbar), se encargará de ejecutar las obras del trasvase del Ebro en Barcelona. La secretaría de estado de Medio Rural y Agua ha aprobado la adjudicación de esta obra a Agbar (con un 20% de participación en la unión empresarial), Dragados (16%), Sacyr (16%), Acciona Infraestructuras (16%), Comsa (16%) y Copisa (16%). El coste de las obras será de 164 millones de euros y el plazo de ejecución, de seis meses.
Considerando las características de la obra y el tiempo de ejecución, el gobierno español ha dispuesto que se haga cargo de ella mun grupo amplio de empresas.
Agbar ha indicado, en este comunicado, la satisfacción por haber conseguido la responsabilidad de la obra y que expondría los detalles de la actuación en los próximos días.
La Generalitat y el estado firmaron el lunes el convenio de construcción del conducto entre Tarragona y Olèrdola, de sesenta kilómetros, que conectará la red del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) con la de Aguas Ter-Llobregat (ATL). La Generalitat será la titular de la obra, la gestionará y se encargará de las expropiaciones. Eso sí, sólo podrá llevar agua del Ebro al área metropolitana hasta que se acabe la desalinizadora del Prat, seguramente en la primavera del próximo año.
El convenio establece, asimismo, que la tubería también debe poder llevar agua de Barcelona a Tarragona, cuando la desalinizadora funcione a pleno rendimiento.
La construcción de la tubería costará unos ciento ochenta millones de euros, que saldrán del bolsillo de los catalanes a través de la disposición adicional tercera del estatuto, la cual se había previsto para compensar el déficit de infraestructuras del Principado y no para obras de extremada urgencia, como es el caso.
Agbar ha indicado, en este comunicado, la satisfacción por haber conseguido la responsabilidad de la obra y que expondría los detalles de la actuación en los próximos días.
La Generalitat y el estado firmaron el lunes el convenio de construcción del conducto entre Tarragona y Olèrdola, de sesenta kilómetros, que conectará la red del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) con la de Aguas Ter-Llobregat (ATL). La Generalitat será la titular de la obra, la gestionará y se encargará de las expropiaciones. Eso sí, sólo podrá llevar agua del Ebro al área metropolitana hasta que se acabe la desalinizadora del Prat, seguramente en la primavera del próximo año.
El convenio establece, asimismo, que la tubería también debe poder llevar agua de Barcelona a Tarragona, cuando la desalinizadora funcione a pleno rendimiento.
La construcción de la tubería costará unos ciento ochenta millones de euros, que saldrán del bolsillo de los catalanes a través de la disposición adicional tercera del estatuto, la cual se había previsto para compensar el déficit de infraestructuras del Principado y no para obras de extremada urgencia, como es el caso.
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