La mayor catástrofe para la vida sobre la Tierra asemeja con pulsos de falta de oxígeno en los océanos, impulsados por los cambios en la circulación oceánica y los niveles de nutrientes. Hace aproximadamente 252 millones de años, más del 90% de toda la vida animal en la Tierra desapareció en la "extinción en masa del Pérmico-Triásico".
'El aumento de la temperatura en solo dos grados pondrá en riesgo a 80.000 familias de animales y plantas en la próxima década', es la conclusión a la que llega en un informe elaborado por la Universidad de East Anglia (Reino Unido), la Universidad James Cook (Australia) y WWF, y que ha sido publicado en la revista Climatic Change.
El nuevo protocolo fue presentado en la Conferencia sobre Cambio Climático de Bonn, que tubo lugar entre el 14 y el 25 de mayo de 2012
Dos agencias de la ONU y el Banco Mundial han expresado hoy su apreciación por el lanzamiento de una versión piloto de un protocolo global para las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel de comunidades, diseñado para armonizar la medición de las emisiones y el proceso de "reporting" de las ciudades del mundo.
La ONU comenzará una nueva ronda de negociaciones en torno al cambio climático. El objetivo es tratar de hacer que los países cumplan con lo prometido y no han cumplido. Bonn, en Alemania fue el punto de partida.
En virtud de la discusión será el futuro del Protocolo de Kyoto, un nuevo proceso para llegar a un tratado para reemplazarlo y el problema de la financiación de los países más pobres.
Los lagos poco profundos son un importante tipo de ecosistema que puede ser muy vulnerable al calentamiento global. Un estudio reciente examina este ecosistema y ha descubierto que la combinación de cambio climático y exceso de nitratos podría aumentar significativamente la eutrofización. Se sugiere que se monitorice los niveles de nitrogeno.
Un estudio de la Unión Europea ha investigado las emisiones de GEI (Gases con Efecto Invernadero) de diez grandes ciudades del mundo. Denver, en EEUU, resultó ser la que más emisiones tiene, mientras que Barcelona ha resultado ser la más limpia.
El dióxido de sulfuro es uno de los gases que causan la lluvia ácida. Con este procedimiento, se podría capturar el dióxido de azufre procedente de las centrales térmicas o de la combustión del queroseno en los aviones, y almacenarlo para su posterior uso en procesos industriales.
Los gases que emiten los diferentes tipos de transporte también tienen un efecto diferente sobre el cambio climático. El transporte por carretera es el de mayores consecuencias
El cambio climático puede influenciar enormemente a nuestra agricultura. El impacto real que tendrá sobre ella dependerá de la gestión que se realice frente a este reto. Un estudio de la Unión Europea considera la intereacción entre la variabilidad del clima, la gestión agrícola y ganadera, y el impacto combinado que tendrá sobre la productividad.
Una de las medidas propuestas para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero es capturar la contaminación emitida por las centrales térmicas. Un estudio de la Unión Europea demuestra que este sistema es efectivo si se utiliza como sistema de transición hasta el pleno desarrollo de un modelo energético limpio, es decir, renovable.
Se estima que en 2005, la industria de la aviación contribuyó al aumento del cambio climático en un 3 a 8% del total. Se trata de una proporción no muy grande en comparación con otros sectores, pero el tráfico aéreo crecerá previsiblemente en gran medida durante los próximos 20 años, concretamente un 180% en los vuelos de pasajeros y un 220% en los vuelos de mercancías.
Investigadores europeos han establecido un nuevo modelo para calcular las emisiones de gases contaminantes de los barcos. Estos cálculos pueden producir una base de datos que liste las emisiones por tamaño de barco y por modelo, facilitando el cálculo de emisiones de GEI del transporte martímo por país.
Según algunos expertos, olas de calor del pasado causaron hambrunas en su tiempo. Es la advertencia que se nos envía desde el pasado frente al cambio climático
Investigadores europeos resaltan la importante contribución de los gases con efecto invernadero que no son CO2, y sugieren la toma de medidas políticas para reducir su impacto. El estudio proporciona estimaciones de las emisiones de estos gases en Europa,metano y óxido de nitrato incluidos.
Uno de los más reputados ecologistas de los últimos años, ex-editor de la revista de vanguardia The Ecologist, Paul Kingsnorth, ha dejado de ser ecologista. Considera que un comportamiento "verde" no conseguirá frenar lo que nos espera en el futuro: el fín de la civilización industrializada como la conocemos, el comienzo de una nueva era.
Un análisis de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los hogares suizos revela que hay una gran diferencia entre aquellos que consumen más y los que consumen menos. La diferencia puede alcanzar las 17 toneladas anuales. Si todos los hogares se esforzasen en imitar los modelos de consumo de los que emiten menos, sería más fácil frenar el cambio climático.
Un informe presentado por CCOO sobre las emisiones de GEI (Gases de efecto invernadero) en nuestro país, asegura que éstas se redujeron durante 2009 un 8,7% respecto a la tasa de 2008 como consecuencia, fundamentalmente, del aumento de la producción eléctrica mediante energías renovables y de la parada industrial debido a la crisis económica.
Esto es lo que expuso el director de Greenpeace España en la Universidad de Vigo durante el día de hoy
Los expertos analizaron la zona de Ámsterdam, donde el tráfico está limitado a 80 km/h, mientras antes el límite era de 100 km/h; han descubierto que la contaminación se ha reducido en un 15%.