Zhang Guofu, de 35 años, se gana 700 euros al mes, una fortuna en China, buscando residuos entre las basuras occidentales, donde puede encontrar desde bolsas de plástico de una cadena británica de supermercados hasta DVD en inglés. La realidad es que la basura depositada en un contenedor en Londres, puede fácilmente acabar en un contenedor a 7.000 km en una fábrica de reciclaje en el delta del chino río de la Perla.
La ciencia adelanta que es una barbaridad, y los decoradores de interiores no se quedan a la zaga. Desde Estados Unidos nos llega esta elegante lámpara que se carga al sol.
Para la sorpresa de muchos suecos, su país ha eliminado la moratoria a las nuevas centrales atómicas. El gobierno ha decidido dar luz verde a sustituir las 10 que están en funcionamiento ahora mismo por otras nuevas, cuando llegue el momento.
Durante una investigación realizada en el MIT para modernizar el transporte convencional, el equipo de investigadores descubrió que los baches pueden servir para mucho más que para hacerte incómodo el viaje en coche.
En regiones donde bombear y distribuir agua requiere de un uso significativo de electricidad, las políticas destinadas a reducir el consumo de agua podrían ayudar más a evitar el cambio climático que intentar concienciar a la gente de que reduzca el consumo de energía en sus casas, según el Instituto del Pacífico, una organización norteamericana especializada en la materia.
Muchos tienen grandes esperanzas puestas en la tecnología MEC por su sorprendente capacidad de producir hidrógeno a partir de desechos biológicos gracias a los microorganismos.
A la actual directora del proyecto, María Rosario Heras Celemín, los suecos la preguntaban hace unos años cómo aprovechábamos los españoles la energía solar. Y ella respondía que en la playa, para ponernos morenos.
La desembocadura de los grandes ríos puede proporcionar una sencilla fuente de energía renovable. Esto es lo que asegura el ingeniero holandés Joost Veerman; y puede hacerse sin la necesidad de construir presas ni de interrumpir el abundante tráfico de barcos que suele haber en los ríos grandes.
A estas conclusiones ha llegado el informe de un grupo de inversores
Este mes de marzo hará dos años que el bicing fue implantado en Barcelona. Desde entonces el panorama ha cambiado mucho y ha habido más de una sorpresa: en aquellos momentos las previsiones más optimistas apuntaban a que en tres años de funcionamiento el servicio lograría los 85.000 abonados. Sólo llevamos dos años y ya son más de 185.000, el 15% de la población barcelonesa (sin contar los ancianos y los niños). La puntuación sobre el servicio, pasado este tiempo, es más que aceptable: los barceloneses puntúan el bicing con un 6,86.
El actual desarrollo de las células solares y los paneles no sólo se enfoca sobre la eficiencia. La estética sea convertido en un plus, especialmente en los lugares en los que los paneles son muy visibles.